Remaches: La mejor forma de unir dos superficies
Antes de pasar a revisar cuales son los tipos de remaches que existen y cuál es su utilidad, primero definamos que es un remache y qué partes lo componen.
El remache es un elemento de fijación que se utiliza para unir dos o más piezas de forma permanente. Hoy en día su importancia como técnica de montaje es primordial debido al desarrollo de procesos de automatización y además permite abaratar costos. Es muy utilizado en la industria automotriz, construcción, militar, muebles, software, metales laminados, entre otros.
Partes del remache:
- Cuerpo del remache de forma cilíndrica, conocido también como vástago o espiga. Esta parte es la que queda insertada entre las piezas unidas.
- Cabeza, cuenta con un diámetro superior al resto del cuerpo. Y, como hemos indicado antes, sirve para sujetar de forma óptima ambas piezas por el agujero realizado previamente.
- El mandril es la parte larga y central del remache. Es la que se inserta en la remachadora y que, además, quedará excluida de la unión.
En Remaches & Maquinarias disponemos de una gran variedad de remaches que nuestros clientes pueden darle múltiples usos.
Remache estándar: permite una unión firme y segura de materiales como aluminio, acero y cobre. Entrega un montaje rápido y económico. Están concebidos para la unión, de una forma rápida y fácil, de todo tipo de materiales cuando no se requiere una fuerza de apriete extrafuerte.
Remache flor o trébol: es perfecto para las aplicaciones con materiales blandos o de baja resistencia a la presión, como, por ejemplo, plásticos, fibra y madera. También sirve para unir superficies rígidas con otras blandas. Cuenta con una gran contra-cabeza formada por tres pétalos que proporciona una gran superficie de contacto por la parte trasera. Es utilizado en automóviles, caravanas, trabajos de construcción.
Remache estanco: son remaches ciegos de rotura de vástago que garantizan una fijación sólida y de gran calidad. Las uniones son completamente herméticas a los fluidos, evitando las fugas de líquidos o vapores, gracias a la retención de la cabeza del vástago en el interior del cuerpo del remache. Se puede evitar todo tipo de problemas eléctricos.
Remache estructural: está diseñado para la fijación de elementos donde se requiere una gran resistencia, tanto a tracción como a cizalladura. Este remache está diseñado para las aplicaciones más exigentes y garantiza una fijación de calidad.
Debido a sus características de remachado con una expansión adaptable, una misma medida se adapta a diferentes espesores. Consigue un remachado homogéneo, sea cual sea el espesor, y garantiza la sujeción del vástago sobre la cabeza, consiguiendo una gran estanqueidad.
También dependiendo de su cabeza los remaches se dividen en:
Cabezas alomadas: proporciona una gran superficie que se adapta a cualquier tipo de material, salvo los más frágiles que tienden a romperse.
Cabezas avellanadas: para unir superficies de mayor espesor, su diseño permite conseguir una superficie plana.
Lo más importante a considerar es que el tipo de remache que se utilice depende de los materiales a perforar y las piezas a unir, la densidad que tengan y su baja o alta resistencia.
Si no utilizamos el remache correcto, pueden pasar dos cosas: La primera es que el remache no soporte el agarre de piezas y se rompa; la segunda es que los materiales o piezas unidas por el remache se rompan durante el proceso.
El remache es un elemento de fijación que se utiliza para unir dos o más piezas de forma permanente. Hoy en día su importancia como técnica de montaje es primordial debido al desarrollo de procesos de automatización y además permite abaratar costos. Es muy utilizado en la industria automotriz, construcción, militar, muebles, software, metales laminados, entre otros.
Partes del remache:
- Cuerpo del remache de forma cilíndrica, conocido también como vástago o espiga. Esta parte es la que queda insertada entre las piezas unidas.
- Cabeza, cuenta con un diámetro superior al resto del cuerpo. Y, como hemos indicado antes, sirve para sujetar de forma óptima ambas piezas por el agujero realizado previamente.
- El mandril es la parte larga y central del remache. Es la que se inserta en la remachadora y que, además, quedará excluida de la unión.
En Remaches & Maquinarias disponemos de una gran variedad de remaches que nuestros clientes pueden darle múltiples usos.
Remache estándar: permite una unión firme y segura de materiales como aluminio, acero y cobre. Entrega un montaje rápido y económico. Están concebidos para la unión, de una forma rápida y fácil, de todo tipo de materiales cuando no se requiere una fuerza de apriete extrafuerte.
Remache flor o trébol: es perfecto para las aplicaciones con materiales blandos o de baja resistencia a la presión, como, por ejemplo, plásticos, fibra y madera. También sirve para unir superficies rígidas con otras blandas. Cuenta con una gran contra-cabeza formada por tres pétalos que proporciona una gran superficie de contacto por la parte trasera. Es utilizado en automóviles, caravanas, trabajos de construcción.
Remache estanco: son remaches ciegos de rotura de vástago que garantizan una fijación sólida y de gran calidad. Las uniones son completamente herméticas a los fluidos, evitando las fugas de líquidos o vapores, gracias a la retención de la cabeza del vástago en el interior del cuerpo del remache. Se puede evitar todo tipo de problemas eléctricos.
Remache estructural: está diseñado para la fijación de elementos donde se requiere una gran resistencia, tanto a tracción como a cizalladura. Este remache está diseñado para las aplicaciones más exigentes y garantiza una fijación de calidad.
Debido a sus características de remachado con una expansión adaptable, una misma medida se adapta a diferentes espesores. Consigue un remachado homogéneo, sea cual sea el espesor, y garantiza la sujeción del vástago sobre la cabeza, consiguiendo una gran estanqueidad.
También dependiendo de su cabeza los remaches se dividen en:
Cabezas alomadas: proporciona una gran superficie que se adapta a cualquier tipo de material, salvo los más frágiles que tienden a romperse.
Cabezas avellanadas: para unir superficies de mayor espesor, su diseño permite conseguir una superficie plana.
Lo más importante a considerar es que el tipo de remache que se utilice depende de los materiales a perforar y las piezas a unir, la densidad que tengan y su baja o alta resistencia.
Si no utilizamos el remache correcto, pueden pasar dos cosas: La primera es que el remache no soporte el agarre de piezas y se rompa; la segunda es que los materiales o piezas unidas por el remache se rompan durante el proceso.